miércoles, 25 de marzo de 2009

...La pérdida...

Perdemos todo: la vida, la emoción, el pelo y el amor.
Estamos en la vida recorriendo el camino inocultable de la pérdida constante y nunca el dolor se somete a las terapias del momento.
El dolo de la pérdida lastima como si fuera siempre la primera, como si fuera la primera novia que se pierde; como si fuera el primer familiar; las primeras llaves; el dolor es la llave dorada de toda pérdida, pero para eso estamos hechos, para ir perdiéndolo todo, hasta la identidad, para el doloroso trabajo de la transformación hecha de pérdidas, de angustiosas pérdidas que nos dejan al borde de la carretera llorando sobre el volante.
Perder es exclusivamente cuestión de tiempo de segundos eslabonados por repentinas o paulatinas pérdidas, cerradas con preparadas lagrimas, llantos inconsolables, abrazos a la nada, suicidios que suman pérdidas a las siempre consabidas pérdidas marcadas en el irrebatible calendario familiar.
Chita se perdió, es vieja, fea, ridícula, Chita se ha perdido y todos lo sienten. Chita es la pérdida oficial de la comarca de Atepzele. Esperan encontrarla, pero…
¿Quién devolverá las horas de desazón única de saber que alguien ya no está, y que, en este caso, nadie sabrá si la han de recuperar?
Escribo esto porque he perdido y porque me duele y porque necesito decirlo…

By ...Guille Roz...

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